Las concentraciones de contaminantes detectadas en el aire de Logroño son relativamente bajas y no se consideran preocupantes para la salud humana y de los ecosistemas.
Así se desprende de los resultados del estudio sobre contaminación en la ciudad de Logroño y su área metropolitana, desarrollado en 2018 con una innovadora técnica de biomonitorización que utiliza el dispositivo Mossphere® (esfera de musgo).
A pesar de que las concentraciones de contaminantes detectadas no se consideran preocupantes, se ha registrado cierta contaminación difusa, sin focos específicos, en los polígonos industriales de Cantabria y La Portalada, así como en zonas de mayor volumen tráfico ligadas a vías como la Circunvalación y la AP-68.
Esta contaminación afecta principalmente en la zona este del territorio, mientras que la zona oeste ha mostrado una mejor calidad del aire, probablemente favorecida por la dirección de los vientos dominantes.
Los dos biomonitores utilizados (musgo y aligustre) son capaces de discriminar distintos niveles de calidad del aire en relación con 13 metales pesados y 18 hidrocarburos aromáticos policíclicos en el territorio estudiado. De este modo, es posible zonificar la ciudad y su área metropolitana, dando cumplimiento a la legislación que existe sobre la materia en Europa y España
En total, se instalaron 84 dispositivos Mossphere® en puntos del área metropolitana de Logroño, formando una malla regular con una distancia media entre dos puntos de 575 metros. Estas esferas estuvieron colocadas durante los meses de marzo, abril y mayo de 2018 y sirvieron para que los contaminantes presentes en la atmósfera se depositasen en ellas.
Posteriormente, se analizaron 31 contaminantes (13 metales pesados y 18 hidrocarburos aromáticos policíclicos) en el musgo.
Por otro lado, el estudio se complementó utilizando un árbol ornamental (el aligustre, Ligustrum lucidum) como biomonitor de contaminación. Así, paralelamente a la recolección de las Mossphere®, se recogieron hojas de aligustre en una malla de 500 m de lado dentro de la ciudad, y se midieron los mismos contaminantes.
Esta especie se eligió porque es perennifolia y por lo tanto tiene hojas expuestas a los contaminantes durante todo el año. Además, está ampliamente distribuida por la ciudad, lo que permite diseñar una red homogénea de muestreo.
Conforme a los datos obtenidos en el estudio, el biomonitor basado en musgo (Mossphere®) ha sido mejor que el aligustre, pero ambos han mostrado resultados similares, lo que representa una gran solidez metodológica de las técnicas de biomonitorización.
Este proyecto, realizado por investigadores de la UR y de Santiago de Compostela, se ha enmarcado en un convenio de colaboración suscrito entre «la Caixa» y el Gobierno de La Rioja para el desarrollo de actuaciones en materia de «investigación, salud y medio ambiente».
La monitorización de los contaminantes atmosféricos es fundamental para establecer la calidad del aire que respiramos. Esta monitorización se hace habitualmente por procedimientos fisicoquímicos, pero en las últimas décadas está tomando una gran relevancia el uso de organismos.
Mossphere® es el resultado de un proyecto de investigación europeo en el que participaron 12 universidades (entre ellas la Universidad de La Rioja) y empresas de 5 países. Para producir este biomonitor se cultiva un clon de musgo (Sphagnum palustre) en biorreactores en laboratorio, y se fija a una esfera porosa de material plástico.
